EPO en bici. De Collbató a Corbera y final en Viladecans

Saldremos de Collbató y dirección Esparreguera, por las bajadas de la Cordillera Prelitoral. Una vez cruzado el pueblo de Esparreguera hacia poniente, nos adentramos en la Depresión Prelitoral a tocar la Anoia y sin entrar en la llanura de la Anoia, se nos contagiará parte de su paisaje al atravesar las mesetas cerealísticas de encima Abrera dirección Sant Esteve de Sesrovires.  

Los torrentes y rieras de vegetación más tierna y ufana, surcan estas pequeñas mesetas. Seguiremos un bonito ejemplo por el Torrent de Sitges en St. Esteve de Sesrovires y de aquí empezaremos un ligero descenso hacia el contrafuerte donde el río Anoia conduce las aguas a Llobregat: la roja Sierra de l'Altaix en Martorell. 

Cruzamos el río Anoia y nos disponemos a atravesar la Cordillera Litoral por Castellví de Rosanes dirección Corbera de Llobregat. El paisaje cambia por completo y ahora, una vez dejados los viñedos del valle del Anoia, la cubierta forestal se hace continua hasta el pueblo de Viladecans. En el Valle del Llobregat, esta cordillera recibe el nombre de Montañas de Ordal y más a poniente, tocando el Penedès, esta la Sierra del Garraf.  

Subiremos y bajaremos colladas que separan los pueblos de Castellví de Corbera, Pallejà, La Palma de Cervelló, Cervelló, Torrelles de Llobregat, Sant Climent y por último Viladecans. Acantilados rojos en Corbera; vistas espectaculares al mirador sobre Pallejà, la joya de Santa María de Cervelló, y una serie de elementos patrimoniales salpican estas montañas de Ordal que miran hacia el Llobregat.

Esporádicamente encontraremos rincones con huertas y frutales cerca de las rieras de Corbera y la Palma. Al pasar por Torrelles y Sant Climent, veremos en las laderas de la ermita de San Ramón, evidencias de los campos de cerezas que antiguamente cubrían el término. Por dentro del bosque, captaremos márgenes de piedra seca y bancales que nos explicamos el dominio del cultivo, sobre todo de la viña, antes de que el bosque de pino carrasco no lo invadas todo.  

Nos daremos cuenta también de las singularidades de la tierra que pisamos. Fíjese cómo pasamos de la llanura con morenos y cantos rodados sedimentarios; en la montaña de blancos kársticos, rojos de areniscas y conglomerados, o grises de pizarras y esquistos.  

Llegamos a Viladecans, a pie de la cordillera Litoral con vistas al mar, y todavía nos queda descubrir la tercera unidad geográfica de la ruta: la Plana Deltaica del Llobregat.

Ahora sí, por el camino de Filipinas, bien llano, iremos atravesando toda la llanura productora de hortalizas hasta llegar a la protectora pinar litoral y, al otro lado de esta franja de pinos piñoneros, las dunas y la playa.